A veces quiero volver a ser esa nena donde lo único que le daba miedo eran los monstruos de adentro del placard.
Ahora sé que esos monstruos no existen pero la gente se muere por la falta de comida o por el exceso de drogas, que la mayoría piensa mas en el agujerito de su buzo que en el de la capa de ozono, que países poderosos son capaces de matar a sus propios ciudadanos para inventarse una guerra despiadada e injusta contra otros países inocentes, que para que alguien te considere bueno tenés que ser mejor que otro, si no, no les servís y que mientras más ignores, más feliz vas a ser. Pero nunca, nunca, vas a saber que las cosas pueden cambiar si vivís ignorando.
Igual sí, claramente prefiero a los monstruos del placard.
Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos qu nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces BASTA. Hacé algo que nunca hiciste, atrevete. Olvidate de que te están mirando. Intentá la jugada imposible. Corré el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nada te ata, nadie te obliga. Se vos mismo. No tenés nada que perder y tenes todo, todo, por ganar.
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