Casi puedo afirmar que cada día soy más ajena a tu vida, a tu ser, a tus abrazos, a tu nombre, a tu corazón, a tu piel. Casi puedo afirmar que cada día me siento más vacía. Más en la nada. No por la falta de amigos, ellos son los que siempre están. No por la falta del cariño familiar, ellos son los que siempre van a estar. No porque necesite un amor, con el tiempo va a estar. Con el tiempo llegará. Con el tiempo quizá, regresará. Casi puedo afirmar que tengo mucho que dar. De mí. De todo lo que tengo, que es casi nada. Casi, porque nada es nada, y a pesar del vacío, algo queda, siempre. Casi puedo confesar que hay momentos en que busco tu nombre la agenda, y vuelvo a guardar el celular. Casi puedo confesar que hay momentos en que te pienso, y mucho. Que te siento. Que te pido. Que te quiero, y mucho. Que te volvería a esperar. Que te necesito y nada más. Casi puedo afirmar que todo esto sale de vos, no de mí. Casi puedo afirmar que esto no es dolor, no es amargura, no es alegría, no es tristeza, no es nada, no es todo. O.. es nada y es todo. Es más, es menos. Es y no. Casi puedo afirmar que todavía tenés el poder de hacerme sentir. Como nadie, como muchos. Sentir todo, y hasta a veces sentir nada. Casi puedo afirmar que me enseñaste esto, y un par de cosas más. Me enseñaste mucho. Y hasta me dejaste enseñarte, que no es poco. Que no es mucho; y que es todo.  Y cuando cierro los ojos puedo afirmar que tu sonrisa todavía me invade, me alegra, me encanta. Me recuerda lo mejor de vos, y se lleva lo peor de mí. Mi vacío desaparece. O por lo menos se esconde, para que no lo sienta, para que me olvide por un tiempo de él. Y eso te debo a vos. Te agradezco. Casi puedo confesar que tengo miedo. Mucho miedo. Muchas veces. Casi, casi, siempre. Miedo a no recordarte más, miedo a fracasar, a llorar, a lo que viene, a lo que se fue, a perder, a ganar, a intentar, a jugar, a apostar, hasta a amar, sí, así de miedosa. Aunque pueda ser capaz de demostrar que lo contrario. Pero si de algo estoy segura es que nada se consigue sin esfuerzo. Que todo lo que sucede, sucede por alguna razón. Que todo es sin querer queriendo. Que no tenerte, no es quedarse en la nada, que puedo vivir sin vos en mi vida, pero creo que todavía no quiero.