miércoles, 23 de junio de 2010

Pensamiento Lateral

Ustedes saben que yo en algunas ocaciones, me tomo un espacio del blog para hablar a cerca de algunas cosas, sobretodo cuando me ahogan y necesito expresarlas de alguna manera. Ojala con el tiempo logre encontrar otro modo también de sacarlas afuera. Y solo contaré algo mío. Ayer en la madrugada, me pasó algo que hace tiempo no me sucedía, pensando y pensando... además era bastante tarde, me di cuenta de lo importante que muchas veces son ciertas personas en la vida de uno o que crees que es así. Pero no cualquier personas, esas personas que consideramos amigos. Esas personas que hemos consagrado con ese tan especial honor y título, que las hacemos partes de nuestra alma y de alguna u otra forma las sellamos para siempre en nuestros corazones. He llegado a una conclusión, no me gusta para nada, pero lamentablemente es la verdad, y con la verdad no se juega. Desde que tengo uso de razón he conocido mucha pero mucha gente, como en realidad la mayoría de todos, y he tenido la capacidad y confianza de depositar parte de mi en algunas de esas personas, de hacerlas cercanas, de hacerlas parte de mi mundo y esperando formar lo mismo en el de ellas. Pero...hay veces, en las que te das cuenta que precisamante esas 'personas' quizás, no sienten lo mismo que vos. Al principio, la primera reacción es dolor, es tristeza, es melancolía, es tener bastantes sentimientos encontrados, y cuestionarte bastante y lo peor no es porque esas personas te lo hayan dicho a la cara, simplemente te das cuenta. La gente cambia, todos cambiamos y creo que todos concordamos en eso. Los años pasan, y el tiempo en general, y es parte de nuestra esencia de seres humanos, el ir cambiando, y entonces llegamos al punto en que esos "amigos" ya no son más tus amigos. Que ya no son esas personas en las que has depositado tu vida, porque sin darse cuenta, se alejan e incluso algunos te dejan de querer, o tú dejas de importarles. Dejas de sacarles sonrisas, de alegrarles sus días. Ya no más. Ya la relación se pierde y aunque intentes mil y una forma de recuperar lo que tenías, de volver a atar lazos, pues, simplemente no se puede, y ni siquiera es por no querer; ya que las circuntancias de cada uno también van variando con el paso del tiempo.Todos tenemos la oportunidad de a lo largo de nuestra existencia poder recibir y entregar todas las clases de amores distintos que se nos cruzen por en frente. De familia, de amigos y ese tan especial... el romantico. Pero si los tienes a todos, y tienes esa bendición, debes cuidarlos, como quien cuida un jardín. Debes siempre regar esas distintas plantitas, esas distintas relaciones, para así hacerlas crecer y fortalecer cada vez más. ¿Qué pasa entonces cuando descuidas una por sobrecondicionar a la otra? Fácil, se muere.Es algo mutuo, la amistad es algo mutuo, debe provenir de las dos o más partes con las mismas ganas, las mismas intenciones, con el mismo AMOR. Es así de simple. Porque cuando lleguemos a esa instancia en que de verdad nos demos cuenta que no sentimos lo mismo, que no damos lo mismo, es cuando te tienes que preocupar y preguntarte porqué fallaron las cosas, si es que acaso fue por mejor, o asumir como se debe los errores que pudiste cometer. Ahora entendí las cosas, ahora que estoy más grande y me doy cuenta que la vida no es siempre como queremos, como la idealizamos y la soñamos. A veces damos mucho y no somos correspondidos como quisieramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos qu nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces BASTA. Hacé algo que nunca hiciste, atrevete. Olvidate de que te están mirando. Intentá la jugada imposible. Corré el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nada te ata, nadie te obliga. Se vos mismo. No tenés nada que perder y tenes todo, todo, por ganar.