miércoles, 9 de junio de 2010

Romeo y Julieta

En vez de moverme, pensé en Julieta un poco más.
Me pregunté qué habría hecho si Romeo la hubiera dejado, no a causa del destierro, sino por desinterés. ¿Qué habría ocurrido si Rosalinda le hubiera dado un día de tiempo y él hubiera cambiado de opinión? ¿Y qué hubiera pasado sí, en vez de casarse con Julieta, simplemente hubiese desaparecido?
Me parecía saber cómo se habría sentido Julieta.
Ella no habría vuelto a su vida anterior, seguro que no. Yo estaba convencida de que nunca se habría ido a otro lugar. Incluso si hubiera llegado a vivir, hasta ser una anciana de pelo gris, cada vez que hubiera cerrado los ojos, habría visto el rostro de Romeo. Y ella lo habría aceptado, finalmente.
Me pregunte si al final se habría casado con Paris, solo para complacer a sus padres y mantener la paz. No, probablemente no, decidí, pero de todos modos, la historia dice poco de Paris. Era un simple monigote, un cero ala izquierda, una amenaza, un ultimátum para forzar la mano a Julieta.
¿Y que pasaría si se supiera más sobre Paris? ¿Que sucedería si Paris hubiera sido amigo de Julieta? ¿Su mejor amigo? ¿Que habría ocurrido si el fuera la única persona en la que pudiera confiar la devastación causada por Romeo, la única persona que realmente la comprendiera y la hiciera sentirse otra vez medio humana?
¿Y si el era paciente y amable? ¿Y si el cuidaba de ella? ¿Que sucedería si Julieta supiera que no podría sobrevivir sin el? ¿Que pasaría si el realmente la amara y deseara que ella fuera feliz?
¿Y si ella quisiera a Paris? No como a Romeo, por descontado, ya que no habia nada similar, pero si lo bastante para que ella deseara que el tambien fuera feliz.
Si Romeo su hubiera ido realmente para no volver, ¿que importaba si Julieta aceptaba o no la oferta de Paris? Quizás ella hubiera intentado conformarse con los restos que le quedaran de su vida anterior.
Tal vez esto fuese lo más cerca que pudiera llegar a estar de la felicidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos qu nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces BASTA. Hacé algo que nunca hiciste, atrevete. Olvidate de que te están mirando. Intentá la jugada imposible. Corré el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nada te ata, nadie te obliga. Se vos mismo. No tenés nada que perder y tenes todo, todo, por ganar.