domingo, 11 de abril de 2010
A veces el conocimiento viene en forma de misterio, un misterio que hay que resolver, y un misterio a resolver es una adivinanza a descifrar. El conocimiento muchas veces viene en forma de idas y vueltas, en forma de sorpresas. Una adivinanza nos muestra algo que tenemos frente a nuestros ojos pero que no vemos, solo hay que poder mirar distinto. Si miramos siempre con los mismos ojos siempre vemos el mismo camino, caemos en un callejón sin salida, y eso nos entristece, nos opaca, nos mata. En cambio cuando uno resuelve las adivinanzas se siente vivo por que le encontró la vuelta al rulo. A veces la respuesta es tan clara que no hace falta decirla pero hay que hacer así es el juego. Resolver la adivinanza es el fin del misterio es poner un poco de luz en la oscuridad. Una adivinanza es como cuando un nene empieza a descubrir el mundo que para él es un misterio. Yo sé que da miedo, pero a lo mejor esta oscuridad sea un misterio a resolver, a lo mejor esta adivinanza trae alguna respuesta inesperada. No hay que tenerle miedo a los misterios, porque siempre estarán las adivinanzas que nos permitirán resolverlos y así poder llegar a esas verdades que necesitamos;
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales
Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos qu nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces BASTA. Hacé algo que nunca hiciste, atrevete. Olvidate de que te están mirando. Intentá la jugada imposible. Corré el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nada te ata, nadie te obliga. Se vos mismo. No tenés nada que perder y tenes todo, todo, por ganar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario