domingo, 7 de febrero de 2010

La linea del encuentro


Nace un nuevo día, y con él, una nueva ilusión, la calle está vacía, sólo escucho tu voz. Se asoma el tiempo en la ventana, me pregunta a dónde voy, y yo no olvido tu mirada observando desde el portón. Tus labios entremojados diciendome "adiós".
Un sonido murmura mi teléfono, la señal de que quizás estás aqui. Me pides hablar, corro hasta tu encuentro, la calle aún está vacía, y mi corazón partido en dos. Te veo sentado en la esquina, esperando encontrar una salida, el momento había llegado, mirarnos frente a frente olvidando el pasado. Comienzan a caer palabras de mi boca, intercambio de ideas, conceptos, olvidos y rechazos; dos lágrimas empiezan a rodar por nuestras mejillas, esto indica que nuestro amor todavía no murió. No logramos ponernos de acuerdo, decido repentinamente marcharme, sentí que no era mi momento. Doy media vuelta preguntandome: ¿Dónde me encuentro? ¿Qué es lo que hago aquí? ¿En realidad debo irme?. Avanzo rápidamente, doblo la esquina, y quiero volver; giro nuevamente repentino, y me echo a correr, veo en el piso marcados unos pasos que van detrás de los míos, te veo a ti, yendo hasta mi encuentro, de golpe te abrazo te beso y me suelto, no puedo olvidar aquel momento.
Se desprenden dos lágrimas y vuelvo a recordar que nada es lo mismo, que el agua corre y se va.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos qu nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces BASTA. Hacé algo que nunca hiciste, atrevete. Olvidate de que te están mirando. Intentá la jugada imposible. Corré el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nada te ata, nadie te obliga. Se vos mismo. No tenés nada que perder y tenes todo, todo, por ganar.