El destino es como un ejèrcito de hormigas laboriosas. Miles de hormiguitas haciendo su trabajo. Uno cree que tiene control sobre su vida, pero el destino lentamente se va configurando. Una serie de circunstancias, deciciones y talvez casualidades van construyendo ese destino. Cabos sueltos, detalles minimos, o imprevistos. El destino es un gran chef que mezcla todo tipo de ingredientes. Es una maquinaria precisa y minusiosa que va reuniendo todas las piezas. Dormimos, amamos, trabajamos, incluso cantamos ajenos a lo que el destino escribio para nosotros. en el lugar menos pensado, de la manera mas imposible todo se va armando. Avanzamos inconscientemente mientras la trama se va armando de forma misteriosa. Aunque corramos en direccion contraria no se puede escapar, porque no somos nosotros quienes vamos hacia el, sino que el tarde o temprano viene a buscarnos. La acciones o decisiones acertadas pueden cambiar el destino, o ir finalmente a su encuentro, pero en definitiva...
Lo que deba ser serà.